La sección sindical de USO en Air Europa se alegra de que finalmente la compañía haya entrado en razón en lo que respecta a las pernoctas de las tripulaciones en Caracas, “aunque ha tenido que ser a un coste muy alto, como el de haber sufrido un ataque organizado que llevábamos advirtiendo desde hace años y, mucho más, desde que se recrudeció la situación en el país. Todas las compañías habían decidido modificar sus rutas para que los trabajadores estuvieran seguros, menos esta. Cuando solicitamos no dormir en Caracas y hasta el Ministerio de Exteriores recomendaba no ir, la respuesta que recibimos, a 1 de febrero, fue que ‘no existen razones objetivas’”, lamenta Arancha de los Santos, portavoz de USO en Air Europa.
Las advertencias habían llegado tanto en forma de escritos del comité de seguridad y salud en la compañía como mediante denuncia en la Inspección de Trabajo y Seguridad Social de Madrid, “que se declaró incompetente para intervenir, porque en su opinión no podía investigar la situación al darse fuera de España. En nuestra denuncia quedaba claro que el riesgo en Caracas es algo públicamente conocido, no pretendíamos que fueran a investigar la situación allí, sino que protegieran a los trabajadores españoles”, continúa la delegada de USO.
Las tripulaciones internacionales son “un blanco muy fácil. Llegamos siempre los mismos días, a las mismas horas, nos quedamos en el mismo hotel y hacemos el mismo trayecto a él. En un país donde, además, hay un nivel de corrupción tan alto, hasta la propia policía vigila nuestros movimientos. Llegamos con maletas y algo de dinero, y desde el momento en el que abandonamos la pista estamos totalmente desprotegidos, como por desgracia se demostró ayer”, relata Arancha de los Santos: “los compañeros temieron realmente por sus vidas, los estaban esperando, los persiguieron y los tirotearon cuando llegaron al hotel. Tuvieron que regresar al aeropuerto escoltados por la policía, y cuando llegaron allí estaba sin luz, seguían moviéndose reptando por el suelo por miedo a que los hubieran seguido otra vez”.
Cuando los representantes de los trabajadores plantearon su preocupación por los peligros de quedarse en Caracas, “lo único que recibimos fue un supuesto protocolo de seguridad para evitar secuestros o para que no nos resistiéramos a una operación a mano armada, que no exhibiéramos joyas y que no saliésemos del hotel. Algo que se ha demostrado totalmente inútil, ya que en el propio traslado podía ocurrir lo peor”, sentencian desde la sección sindical de USO.
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