La Confederación Europea de Sindicatos (CES) ha celebrado su último comité ejecutivo del año los días 14 y 15 de diciembre en Bruselas. La asamblea ha elegido a una nueva secretaria general adjunta, Katja Lehto-Komulainen, previamente responsable de internacional en una de las confederaciones sindicales finlandesas (SAK), para sustituir a Verónica Nilsson, la secretaria general adjunta saliente, muy aplaudida por su magnífico trabajo al servicio de la causa de los trabajadores durante ocho años en la CES.
Por parte de USO han participado en la reunión, Javier de Vicente, secretario de Acción Internacional, y Marie Homburg, responsable de USO-Bruselas.
Con motivo de la próxima dimisión, en enero, del presidente del Parlamento europeo (Martin Schultz, grupo S&D), Luca Visentini, secretario general de la CES, ha expresado su preocupación por el posible desequilibrio político que podría generar en la UE. “Es muy importante que aboguemos por el mantenimiento del pluralismo político entre los puestos dirigentes de las instituciones europeas; no sería bueno que un solo grupo político encabece todas las instituciones de la UE”, aseguró Visentini.
Sharan Burrow, secretaria general de la Confederación Sindical Internacional (CSI), estuvo excepcionalmente presente con una intervención en la que advirtió de los peligros generados por las desigualdades, la violencia económica, las sangrientas guerras y la horrenda crisis de los refugiados, mientras florecen los negocios y particularmente el comercio de las armas, alimentando la subida de los movimientos de extrema derecha y amenazando nuestras democracias. Declaró su apoyo a la campaña de la CES a favor de “un alza salarial para los trabajadores europeos” y abogó por generalizarla al ámbito mundial.
Entre las materias discutidas, el Ejecutivo de la CES ha decidido lanzar una potente campaña sobre la necesidad de incrementar los salarios de los trabajadores europeos. Ello repercutiría en la mejora de la demanda interna de los países y de la región, y a su vez en la creación de empleo. La campaña tendrá una duración de 18 meses y se iniciará a principios de 2017.
Los dirigentes sindicales europeos también han adoptado una declaración contundente sobre la situación en Turquía en la que apoyan a los trabajadores y a los sindicatos de aquel país, al tiempo que condenan la represión y los abusos anti-democráticos del Gobierno.
La cuestión de la agenda comercial de la UE y, en concreto, la evolución del proceso del acuerdo Unión Europea–Canadá (CETA) ha sido objeto de un amplio debate para hacer valer las prioridades sindicales al respecto.
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