Del 28 de mayo al 8 de junio se celebra en Ginebra la 107ª Conferencia Internacional del Trabajo de la OIT (CIT), en la que USO está representada por Javier de Vicente, secretario de Acción Internacional y Desarrollo Sostenible. En la reunión, que bate récords de asistencia, se han inscrito cerca de 6.000 personas que representan a los trabajadores, a los gobiernos y empresarios de los 187 Estados miembros que forman parte de esta agencia tripartita de las Naciones Unidas.
Durante la sesión inaugural han intervenido, entre otros, el director general de la OIT, Guy Ryder, y el presidente del Consejo de Administración de la OIT, Luc Cortebeeck, ambos ellos sindicalistas procedentes del TUC británico y de la CSC de Bélgica, respectivamente.
Ryder presentó su memoria titulada “iniciativas relativas a las mujeres en el mundo del trabajo”, a la que incorporó un anexo relativo a la situación de los trabajadores en los territorios árabes ocupados. Por su parte, Cortebeeck, ha cifrado en 600 millones el número de empleos adicionales que se requieren crear para el año 2030, “una cifra que no podemos esperar a crear si todo se supedita al crecimiento económico”, ha asegurado.
La CIT está realizando sus trabajos en cuatro comisiones. Una dedicada al diálogo social y el tripartismo; otra relativa a la violencia y acoso en el mundo del trabajo; una tercera sobre la eficacia de la contribución de la OIT a la cooperación para el desarrollo; y por último, la comisión de aplicación de normas, que es la columna vertebral del sistema de control sobre la aplicación efectiva de los convenios y recomendaciones ratificados por los Estados.
En la comisión para el diálogo social y el tripartismo, la patronal ha intentado debilitar el alcance y la protección de la negociación colectiva, proponiendo un método flexible de diálogo social que incluiría como contrapartes a grupos no sindicalizados y a ONG, priorizando a su vez la negociación en “ámbitos descentralizados”. La oposición a ello del grupo de los trabajadores ha sido rotunda.
Con respecto a la comisión para la violencia y acoso en el mundo del trabajo se ha adoptado el acuerdo, con fuerte presión del grupo de los trabajadores y de algunos gobiernos, de impulsar una normativa compuesta por un convenio internacional y por una recomendación que complemente a aquél. La discusión de este tema y del texto exacto de las nuevas normas continuará durante la conferencia del próximo año.
En cuanto a la comisión para la eficacia de la contribución de la OIT a la cooperación para el desarrollo el debate se realiza en el marco de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, con la vista puesta en fijar orientaciones a la Oficina de la OIT sobre cómo mejorar la cooperación y las alianzas para respaldar el trabajo decente y la consecución de los ODS en los países.
Finalmente, en la comisión de aplicación de normas, previo debate inicial sobre el tiempo de trabajo en la jornada laboral, se están discutiendo los casos de 24 países que estarían sufriendo incumplimientos graves de las normas internacionales del trabajo. Entre los sometidos al análisis figuran Camboya, Bolivia, Honduras, Bielorrusia, México y Brasil. Lamentablemente para el grupo de los trabajadores, el caso de Turquía no ha podido ser incorporado por la oposición de la patronal. En la discusión del caso Honduras se ha producido una enérgica confrontación entre los portavoces de empleadores y trabajadores al volver a negar el primero – como se hiciera en anteriores conferencias- que el derecho de huelga esté amparado por el convenio número 87 de la OIT. La repulsa de los trabajadores ha sido unánime.
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