El sindicalismo internacional se reúne para abordar los retos del futuro en las reuniones de trabajo de la Red de Cooperación de la CSA
Del 27 de febrero al 2 de marzo, en Brasil, el secretario general de USO, Joaquín Pérez, junto a la secretaria de Internacional y Desarrollo Sostenible, Carmen Alejandra Ortiz, participan en la reunión de trabajo de la Red de Desarrollo e Integración Hemisférica (GTDIH), de Integración Regional y de la Red de Cooperación de la CSA.
La Confederación Sindical de los Trabajadores y Trabajadoras de las Américas (CSA-TUCA) es la expresión de la CSI para el continente americano, fundada en 2008. Tiene 55 millones de afiliados en 21 países. En los distintos paneles que se celebran en estas jornadas, participan más de sesenta organizaciones sindicales, además miembros de la TUAC -el comité asesor sindical de la OCDE-, la CSI y la CES.
Durante el transcurso de los bloques, se han ido analizando distintos aspectos de coyuntura tanto generales como específicos, destacando el incremento generalizado de la pobreza, la precarización del empleo, las dificultades en el diálogo social y el ataque a distintos derechos en algunos países y a la negociación colectiva. Así mismo, las nuevas realidades laborales y algunos acuerdos comerciales están individualizando aún más las relaciones laborales y exponiendo a una mayor vulnerabilidad a los trabajadores.
En el transcurso de las jornadas han intervenido también distintas personalidades destacadas, como Pepe Mújica -ex presidente de Uruguay-, representantes del Gobierno brasileño y se ha mantenido un encuentro con Lula da Silva, presidente de Brasil.
Unidad de acción y agenda de reivindicaciones y transformaciones
Los retos del movimiento sindical mundial deben priorizar la unidad de acción, la mejora de las estructuras globales para que sean capaces de afrontar las nuevas realidades, replantear algunas estrategias para incidir en algunos organismos internacionales, nuevos espacios de defensa de los servicios sociales y la protección social, así como la inquebrantable defensa de la centralidad del trabajo y del reto de una nueva distribución de los beneficios del trabajo ante las nuevas realidades tecnológicas-digitales y el desarrollo sostenible. Una nueva construcción del trabajo que sirva para un mejor empleo, mayor conciliación y una mayor contribución a los intereses colectivos.
De forma expresa se ha manifestado la preocupación por la afiliación e incorporación de los jóvenes en las organizaciones sindicales. Defender su futuro, el acceso a la vivienda y el derecho al trabajo como medio de vida y de desarrollo personal, debe ser una constante.
También, desde distintos países, se ve la necesidad de desarrollar las democracias para que sean más plenas. En concreto, es necesario propiciar un diálogo social mucho más real, ya que en muchos países sólo existe de manera formal pero no efectiva. Debemos ser capaces de evolucionar para no solo salir en la foto, sino que se generen cambios reales: el movimiento sindical no puede burocratizarse y se ve la necesidad de pasar a la acción para que sea más atractivo y sirva realmente para que los cambios necesarios se produzcan.
Hay una devaluación salarial y una precarización en aumento en muchos países, así como un aumento de las desigualdades, y son necesarias campañas y legislaciones globales como única manera de detener algunas dinámicas muy preocupantes.
Las organizaciones internacionales presentes en esta importante reunión de la CSA deben autoexigirse una agenda de reivindicaciones y transformaciones profundas; una reconfiguración sindical para atender a los nuevos trabajadores “no tradicionales” -fuera del centro de trabajo ordinario, con distintos contratos parciales simultáneos, trabajo informal sin la protección de los convenios colectivos, trabajadores de plataformas, etc.-; la capacidad de proponer nuevos modelos de desarrollo que contemplen ajustes fiscales y de ajustes de la nuevas distribuciones de rentas; estudiar nuevas políticas de generación de empleo de valor para la sociedad -de atención y cuidados, empleos verdes, de investigación, etc.-, así como buscar respuestas a los nuevos modelos digitales -incluso deslocalizados geográficamente- de relaciones laborales.
USO reconoce la labor de la CSA en materia de cooperación
En el bloque destinado a cooperación, la intervención de USO ha reconocido la excelente labor que está haciendo la CSA en este sentido. En primer lugar, generando proyectos en países necesitados, desarrollando una dinámica de solidaridad internacional en toda la región, a la vez que hemos destacado la importancia de la creación de la Red Sindical de Cooperación y Desarrollo de las Américas y su plan de trabajo actual.
Hemos repasado los proyectos que desde USO hemos financiado en el último ejercicio y su finalidad, tanto con la CSA-CSI como con determinados países como Chile, República Dominicana, México, Paraguay, etc. Así como la intención de poner en marcha nuevos proyectos con la CSA, unirnos al proyecto multiparte de Haití y realizar proyectos bilaterales con organizaciones de Paraguay, y con otros países de Centroamérica como El Salvador, Costa Rica, Guatemala y Honduras.
Así mismo, USO ha manifestado su conformidad con la propuesta de proyectos de la CSA, expresando también las prioridades que desde nuestro sindicato creemos que es urgente atender y que trataremos de apoyar directamente.
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