Óscar Rodríguez, secretario del comité de empresa de Fujitsu Ten y delegado sindical de USO, quiere mandar un mensaje de tranquilidad a la plantilla de trabajadores tras el Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) planteado por la empresa nipona en su factoría de Málaga: “trataremos de explicarles que el ERTE es una medida preventiva por la crisis sanitaria que existe por el coronavirus. La cantidad de trabajadores afectados dependerá de los componentes que falten. En principio, ningún empleado se verá afectado de forma inmediata, al estar garantizada la continuidad de las líneas de producción. La cadena de suministro está rota. La compañía está gestionando alternativas de compra de material de otros proveedores”.
“Confiamos en que el ritmo de producción se irá recuperando paulatinamente, aunque por ahora es muy difícil hablar de plazos. Todo el personal relacionado con esos productos irá yendo al ERTE, aunque se está trabajando para que sea la menor cantidad de gente posible. Un ERTE tiene un principio y un final y, dependiendo de cómo se desarrollen los acontecimientos, iremos incorporando nuevos trabajadores a las líneas de producción”, explica el delegado sindical de USO en Fujitsu Ten.
La crisis sanitaria del coronavirus covid-19 empieza a tener reflejo en la economía y, más concretamente, en la actividad laboral. Según reza el comunicado de la compañía nipona, la medida se toma “con el fin de neutralizar el impacto del coronavirus y la falta de actividad temporal”. Afectaría a la práctica totalidad de la plantilla y podría empezar a aplicarse paulatinamente ya a partir del próximo lunes, 2 de marzo, y hasta el 17 de mayo.
Fujitsu Ten, con una plantilla fija en Málaga de 358 trabajadores, ensambla materiales que recibe de China y cuyo destino son componentes electrónicos para empresas automovilísticas como Toyota Europa, PSA o General Motors o cajeros automáticos para Caixabank.
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