Se ha celebrado en Bruselas, los días 10 y 11 de octubre, el III Foro de Diálogo Social de los países de las orillas del Mediterráneo, que ha contado con reuniones separadas de sindicalistas y de empresarios para, después, debatir las diferentes conclusiones en común en presencia de responsables de la Unión para el Mediterráneo y de la Unión Europea.
El Foro se ha centrado en revisar la declaración bilateral entre sindicatos (los afiliados de la CES y de los sindicatos de la CSI que forman parte de la Arab Trade Union Confederation) y empresarios (BussinessEurope, UEAPME, CEEP y BussinessMed) y la declaración de los Ministros de Empleo y de Trabajo celebrada en Jordania el 27 de septiembre de 2016. En ambas declaraciones hay un apoyo al diálogo social como mecanismo de confluencia y resolución de diferencias.
También, se diagnostica que el diálogo social tiene que estar basado en el respeto de los principios de la OIT de libertad de asociación e independencia de las contrapartes sociales; en un marco democrático que permita a las partes intervenir en la elaboración de políticas relativas que tengan incidencia directa o indirecta sobre el empleo; y que haya medidas destinadas a promover una cultura de diálogo social, la autorregulación y la paz social que prevenga los conflictos.
En este apartado hubo una constatación del deterioro y resultados del diálogo social. Así desde la Arab Trade Union Confederation se señaló la falta de libertad de asociación en países del sur. Existen datos públicos sobre la persecución e incluso cárcel de sindicalistas en Egipto y persecución en Argelia a los sindicatos independientes, etc. Por otro lado, en los países del Norte en estos últimos años el deterioro del diálogo social se demuestra en la menor cobertura de trabajadores por la negociación colectiva tras las reformas laborales, tendentes a la individualización de las relaciones laborales; y una disminución del peso de los salarios en la renta nacional.
Los elementos centrales del debate entre sindicalistas y empresarios, junto con aportaciones de Jean Paul Tricart, de la Dirección General de Empleo, Asuntos Sociales e Inclusión de la UE, fueron los cuatro elementos de la declaración ministerial: trabajo (economía) informal, empleo de jóvenes, desarrollo de competencias (formación) y migración. En este último apartado, hubo voces sobre la necesidad de impulsar la ratificación del Convenio 143 de la OIT, sobre los trabajadores migrantes.
Como fruto del debate, se acordó elevar a la UE y Unión para el Mediterráneo (UpM) la posibilidad de establecer un secretariado mixto de empresarios y sindicatos para mejorar la visibilidad de los acuerdos, el seguimiento de resultados o carencias en esos apartados y la posibilidad de elevar propuestas a ambas organizaciones y a la consideración de los ministros de los países del mediterráneo de empleo antes de su próxima conferencia que se desarrollará en 2018 o 2019.
USO ha participado activamente en este Foro y ha propuesto que se estudie la portabilidad de las pensiones de trabajadores que hayan trabajado en dos o más países siguiendo el esquema ya existente entre los países iberoamericanos.
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