, , , Igualdad

La Unión Sindical Obrera, representada por Estrella Zambrana, responsable del Área de Derecho Administrativo de la Asesoría Jurídica Confederal del sindicato, ha participado en la V Cumbre de Mujeres Juristas, que se celebró el 26 y 27 de octubre en Madrid, en la que se ha solicitado la puesta en marcha de una Ley Integral para la Igualdad de Trato y la no Discriminación. No hemos de olvidar que España (según el Foro Económico Mundial) está a 169 años de conseguir la igualdad.

En esta Cumbre se ha insistido en una serie de ideas-clave como puntos de partida para alcanzar la igualdad como objetivo fundamental para el bien común de la sociedad:

  • No somos iguales, sino que es la Ley la que es igual para todos. Pese a ello, el funcionamiento del sistema social es el obstáculo para conseguirla.
  • Necesidad de trabajar en la creación de un entorno en el que ambos sexos tengan las mismas oportunidades de elección y crecimiento.
  • La educación y los medios de comunicación son herramientas esenciales en la promoción de la igualdad y no discriminación.

Se han abordado y debatido temas tan importantes como la conciliación familiar, destacando que no se convierta en una trampa para impedir la promoción laboral de las mujeres; la prohibición legal de la brecha salarial; la utilización del lenguaje inclusivo; la promulgación de una ley de cuotas y acabar con el techo de cristal, que se da en todos los sectores – incluido el jurídico- en el que el número de mujeres es equivalente o incluso superior, pero no se obtiene su visibilidad a través de su presencia en instituciones, órganos de dirección y altos cargos. Se ha destacado la existencia de sectores- incluso aquéllos que, curiosamente, son más sociales y reivindicativos, como el sindicalista- en los que todavía es bastante difícil para las mujeres conseguir llegar a los órganos de gobierno.

Por otro lado, también se pusieron sobre la mesa una propuesta de medidas para cambiar la mentalidad en las empresas, tales como la creación de redes de mujeres en las propias empresas; la firma de acuerdos voluntarios de igualdad con los Gobiernos, con independencia de su ideología (aunque sólo 140 empresas los han firmado); la promoción de distintivos de igualdad en las empresas; la firma de Convenios Colectivos y Planes de Igualdad no sólo en aquellas empresas que tengan más de 250 trabajadores, y la modificación del Estatuto de los Trabajadores a efectos de blindar a las líderes de esas redes de mujeres, en igualdad a los representantes de los trabajadores.