El SEPE soporta una grave situación de colapso. FAC-USO reclama una organización común del trabajo y más medios personales y materiales para este esencial servicio público
Ante la grave situación que atraviesa el SEPE, la Federación de Atención a la Ciudadanía de USO reclama una organización de trabajo común, promovida y coordinada por la Dirección General.
Las oficinas del SEPE de cada provincia hacen y deshacen a su propia conveniencia, sin directrices generales para todas, que redundarían en una mejor organización del trabajo y una mejor atención a la ciudadanía.
Además, millones de solicitudes de prestaciones por el COVID-19 se mezclaron con una deficiente organización del trabajo desde la Dirección General del SEPE, provocando el mayor caos en la historia de este organismo.
Por otro lado, FAC-USO también reclama más medios para la plantilla del SEPE, que está poniendo los suyos propios a la hora de teletrabajar. Este hecho vulnera el artículo 47bis.4 del TREBEP, según FAC-USO. El SEPE no proporciona ni teléfonos, ni ordenadores y ni conexión a internet y, a pesar de usar sus propios equipos, tampoco son compensados por ello.
Otros problemas del servicio
FAC-USO considera que, además de la falta de organización común y de medios, existen otra serie de problemas que dificultan que los trabajadores del SEPE puedan dar un buen servicio ciudadano:
- Aplicaciones informáticas obsoletas que no dan respuesta a las necesidades de los usuarios que acuden a las oficinas del SEPE.
- Plantilla insuficiente como consecuencia de la ausencia de reposición de plazas, las huidas de compañeros a otros organismos y la falta de contratación.
- El trabajo se ha vuelto más complejo por las nuevas y variadas prestaciones que aparecen, además de la extensa, compleja y confusa normativa que hay de todas ellas.
- Una relación de puestos de trabajo (RPT) desfasada, que necesita de una completa actualización donde se identifique cada una de las plazas con su localidad y oficina.
- Un reparto de productividad subjetivo, que depende únicamente del criterio del director provincial y carece de la publicidad y transparencia necesarias.
- No se han retribuido todavía las horas extras trabajadas por las tardes, sábados y festivos para reconocer los millones de expedientes de ERTE.
- Ritmo frenético de trabajo sin tregua desde marzo que ha provocado y provoca infinidad de lesiones, dolores y enfermedades para muchos trabajadores del SEPE.
- Dejadez y desprecio hacia la salud de los trabajadores y sus familias al no respetar los principios básicos de la Ley de Prevención de Riesgos Laborales. Se abrieron oficinas al público sin tomar las medidas preventivas necesarias para evitar el contagio del COVID-19, a pesar de la experiencia vivida en marzo, abril y meses sucesivos, en cuanto a trabajadores que cayeron enfermos por el virus en las propias oficinas del SEPE.
Reunión urgente con la ministra de Trabajo y Economía Social
La enorme presión diaria de la plantilla del SEPE necesita de una actuación efectiva por parte del Gobierno. Por ello, FAC-USO ha solicitado una reunión urgente con la ministra de Trabajo y Economía Social para tratar de resolver la situación que atraviesa el SEPE.
El SEPE es un servicio esencial para la sociedad ya que tramita prestaciones tan importantes en este momento como las prestaciones por ERTE, las prestaciones contributivas, los subsidios por desempleo, la Renta Activa de Inserción (RAI), el Subsidio Extraordinario por Desempleo (SED) o el subsidio para mayores de 52, entre otros.
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