Mañana, 15 de abril, finaliza el Programa de Activación para el Empleo (PAE) o también llamado “ayuda de 426 euros” para parados de larga duración. En sus 16 meses de vigencia, hasta el 31 de marzo de 2016, el Ministerio de Empleo y Seguridad Social ha atendido a 161.583 desempleados, se han beneficiado de la prestación económica de 426 euros un total de 99.410 personas y tan solo el 16% de los beneficiarios de la prestación han sido insertados en el mercado laboral (15.212).
Unas cifras muy alejadas de las previsiones iniciales, que se estimaban en alrededor de 450.000 desempleados, y que demuestran el insuficiente número de ciudadanos atendidos teniendo en cuenta que en España hay alrededor de 2,8 millones de parados de larga duración, de los cuales unos 2 millones llevan más de 24 meses sin empleo.
Cuando el 15 de diciembre de 2014 se acordó la puesta en marcha de este programa de reinserción laboral de los parados de larga duración con cargas familiares, ya anunciamos que esta ayuda era insuficiente y restrictiva, ya que se destinaba a parados de larga duración mayores de 45 años, excluyendo a aquellos desempleados que sufren una situación similar y que también requieren de protección por parte de los poderes públicos, y era incompatible con cualquier otra ayuda que se pudiera recibir.
A falta de pocos días para finalizar este Plan, el Gobierno en funciones está valorando la necesidad de una prórroga de seis meses y una modificación de los criterios restrictivos del mismo. Como si hubiera previsión de que en ese tiempo fuera a cambiar el panorama.
Desde USO continuamos apostando por incrementar la protección social hacia los desempleados, que pasa por la puesta en marcha de una Renta Social Mínima, un ingreso que permita a los beneficiarios de ésta salir de la situación de exclusión social y pobreza en la que se encuentran, ligado a planes de empleo específicos y un sistema de formación de calidad vinculado a la realidad del tejido productivo.
Esta Renta Social Mínima debería percibirse íntegramente si no hay ningún tipo de ingreso, y en el caso de que existieran, por debajo de ésta, que se beneficiaran de la diferencia entre éstos y el valor de la renta social mínima.
En orden a la propuesta de USO, en hogares compuestos por dos adultos y dos menores, por ejemplo, esa renta social mínima sería de 663,5€ mensuales, complementándose con un 25% más por cada miembro menor de 25 años, sin ingresos, que conviva en el hogar.
Todavía son más de cuatro millones los desempleados en España y alrededor de tres millones de personas no perciben ninguna prestación. Todos los meses miles de personas vuelven al desempleo después de un empleo temporal y mal pagado. ¿En qué momento se abordará esta crítica situación de una manera decidida y efectiva?
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