La Organización Internacional del Trabajo (OIT), a través de su Comisión Mundial sobre el Futuro del Trabajo, ha hecho público un detallado informe sobre los próximos horizontes a los que nos enfrentamos en el mundo laboral y sobre las líneas rojas que no se deben cruzar para cumplir con su mandato en materia de justicia social para el siglo XXI. Este informe, a pesar de la realidad cambiante en cortos períodos de tiempo, “coincide en el diagnóstico principal y en las soluciones necesarias con los textos aprobados en nuestro 11º Congreso Confederal. Destaca el creciente protagonismo de las nuevas tecnologías en el trabajo, los retos del cambio climático, la necesidad de una protección social universal en todas las etapas de la vida, la formación permanente o la necesidad de garantizar la representación colectiva de los trabajadores en el marco de una Garantía Laboral Universal”, analiza Joaquín Pérez, secretario general de USO.
En relación a este último punto, “desde la USO advertimos con preocupación cómo en los últimos meses están creciendo los ataques a delegados sindicales en forma de sanciones o despidos por el simple hecho de ejercer la legítima defensa de sus derechos laborales y los de sus compañeros. Los casos de persecución sindical se están volviendo una constante más propia de décadas lejanas; por ello es necesario robustecer la negociación colectiva y la legitimidad representativa para proteger el ejercicio del sindicalismo”, pide Joaquín Pérez.
En este sentido, el secretario general de USO aclara que “estamos hablando de casos en empresas con comités o delegados debidamente formalizados, pero la realidad es aún peor por la incidencia de los nuevos modelos de contratación, que persiguen la individualización del trabajador y su aislamiento, para debilitar aún más la defensa colectiva. Desde nuestro papel de sindicato, tenemos que defender los casos particulares y apoyar todas las medidas, como estas conclusiones de la Comisión de la OIT, que deben buscar fortalecer la labor sindical con un futuro del trabajo que ofrezca oportunidades de empleo decente y trabajo sostenible para todos”.
La digitalización, protagonista del futuro que ya llegó
La OIT destaca en su informe el papel que las nuevas tecnologías juegan en la metamorfosis del mundo laboral y en la dificultad de acometer marcos regulatorios para realidades que aún no conocemos. “Tal y como establecimos en nuestra Resolución Especial, la digitalización y la disrupción tecnológica obligan a realizar una transición justa para quienes se están quedando descolgados de este mercado laboral cambiante. La Comisión para el Futuro de la OIT propone el derecho vitalicio a la formación, y efectivamente es una realidad que hoy por hoy se requiere un reciclaje continuo. Desde la USO volvemos a apostar para ello por una formación para el empleo efectiva, gestionada por las administraciones públicas de forma directa, y que permita reenganchar a las profesiones demandadas a quienes cuentan con una formación obsoleta o se desempeñan en sectores condenados a la desaparición”, continúa Joaquín Pérez.
La tecnología, que podría haber creado millones de puestos de trabajo cualificados, “está siendo pervertida y acusada de los grandes males del trabajo por el mal uso que se ha hecho de sus posibilidades. Su inmenso potencial como eje de la conciliación se ha utilizado sin embargo para crear empleados permanentemente enganchados al trabajo. Además, se ha difuminado el concepto del centro físico de trabajo, ahondando en la atomización de condiciones laborales individuales y el desconocimiento entre los propios compañeros, que impide la defensa común de sus intereses”, concluye el secretario general de USO.
En el próximo mes de junio, USO participará en Ginebra en la Conferencia Internacional del Trabajo de la OIT. En ella, se van a debatir las conclusiones de la Comisión para el Futuro del Trabajo que acaban de presentarse.
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